Funcionamiento Ejecutivo y Autismo
Los trastornos del espectro autista (TEA) y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) son separados y distintos. Los signos, síntomas y tratamiento son diferentes, aunque hay características superpuestas, y algunos niños llevan diagnósticos de TEA y TDAH. Un rasgo común entre el TEA y el TDAH es el débil funcionamiento ejecutivo.

El funcionamiento ejecutivo es la capacidad de planificar y ejecutar tareas. La organización, la memorización, el seguimiento del tiempo, el seguimiento de conjuntos de instrucciones y la comprensión de los proyectos en su conjunto y en partes forman parte del funcionamiento ejecutivo. Ya sea que un niño tenga déficits o un diagnóstico completo de trastorno del funcionamiento ejecutivo, los padres juegan un papel valioso en la identificación y ayuda al niño a manejar y mejorar las habilidades débiles del funcionamiento ejecutivo.

Hay algunos signos y síntomas importantes que reconocer si los padres creen que su hijo con TEA exhibe un funcionamiento ejecutivo débil. Puede tener dificultades para comenzar cualquier proyecto, grande o pequeño. Simplemente seguir la rutina matutina para prepararse para la escuela puede desafiar las habilidades de organización y funcionamiento ejecutivo. Todos los días, un niño se viste, se cepilla los dientes y pone su almuerzo en su mochila, por ejemplo. Sin embargo, los padres se encuentran recordándole una y otra vez que siga estos mismos pasos. Una sola instrucción puede completarse fácilmente, pero los conjuntos de instrucciones aparentemente se ignoran o se terminan a medias.

Los proyectos para la escuela pueden ser una pesadilla para un niño con déficit de funcionamiento ejecutivo. Puede que le resulte imposible y frustrante encontrar un concepto para un proyecto o comenzar las etapas de planificación. Puede encontrar que permanecer en la tarea durante el trabajo es una lucha y pierde la noción del tiempo. La más mínima interrupción puede disuadir por completo cualquier impulso. Ver el panorama general puede ser imposible, o dividir el panorama general en partes más pequeñas puede no ser una tarea que pueda manejar. Cuando se trata de planificar y decidir qué pasos deben seguir en qué orden, hay más frustración que progreso.

En el hogar o en la escuela, hay pasos simples que los padres y los maestros pueden tomar para ayudar a cualquier niño que tenga problemas con el funcionamiento ejecutivo. Crea listas de verificación y gráficos. Las imágenes, las señales y las instrucciones escritas pueden ayudar a un niño a mantenerse en la tarea cuando está trabajando en un proyecto o tareas diarias. Descomponga las instrucciones complicadas en partes paso a paso que pueden procesarse visualmente.

Los planificadores y calendarios se pueden diseñar para establecer objetivos por hora, diariamente, semanalmente o mensualmente. Establezca un temporizador para ayudarla a realizar un seguimiento del tiempo que tiene para completar cada tarea. Esto puede ayudarla a aprender a medir el tiempo necesario para lograr partes más pequeñas de grandes proyectos. Pídale al maestro del niño que tenga un horario diario publicado en el aula para que haya un resumen visual de las tareas del día. Pídale que repita las instrucciones dadas o que lo ayude a escribir las instrucciones de una manera que pueda seguir más fácilmente. Asegúrese de que todos entiendan el objetivo general y los pasos que se tomarán para lograrlo. Se paciente.

Pasos simples pueden ayudar a las familias y aulas a gestionar mejor el funcionamiento ejecutivo. Solicite adaptaciones y modificaciones que se incluirán en los planes IEP y 504. Si los padres no ven progreso después de implementar los pasos, hable con el administrador de casos, el logopeda, el consejero escolar o el maestro del niño para ver si tienen recomendaciones para una mayor intervención profesional.

Instrucciones De Vídeo: "El funcionamiento ejecutivo en personas con TDAH, TDA y autismo" con Luis Abad (Mayo 2024).