Población vulnerable
Se han realizado múltiples estudios sobre los resultados de los pacientes relacionados con la falta de seguro de salud. Se ha demostrado una y otra vez que aquellos que no tienen una cobertura adecuada sufren peores resultados que aquellos que tienen una cobertura adecuada. Este artículo se centrará en los pacientes de oncología, que no tienen una buena cobertura de atención médica y sus resultados. Las personas sin seguro de salud muchas veces no reciben las pruebas de detección recomendadas, por lo que cuando finalmente se les diagnostica, es probable que su cáncer se haya propagado.

Un diagnóstico de cáncer es difícil de manejar en las mejores circunstancias. El cáncer es una enfermedad muy aterradora y estresante. Las opciones de tratamiento y el riesgo de mortalidad se suman a esta angustia. Los pacientes sin seguro de salud adecuado, que han sido diagnosticados con cáncer, tienen una mayor tasa de depresión, estrés y mortalidad.

Las personas que entran en esta categoría no son los muy pobres, como se puede pensar, pero muchas veces son la clase media, que no califican para la asistencia federal debido a sus ingresos, pero no pueden pagar los costos escandalosos del seguro de salud. Muchos seguros privados no cubren el alto costo de muchos agentes de quimioterapia, por lo que los pacientes se ven obligados a aceptar una segunda línea de tratamiento frente a los medicamentos de primera línea.

Las pruebas de diagnóstico para detectar el cáncer son muy caras y no son fácilmente accesibles para los pacientes sin cobertura de atención médica que conducen a un diagnóstico posterior. Cuanto más avanzada sea la enfermedad, peor será el resultado del paciente.

El cáncer contribuye a algunos de los costos de atención médica más altos, desde el diagnóstico hasta el tratamiento. Debido a que los pacientes sin seguro no suelen recibir los exámenes de detección de cáncer recomendados, tienen más probabilidades de tener un diagnóstico de cáncer en una etapa posterior, cuando son menos curables. Por lo tanto, su tasa de supervivencia es mucho más baja que la de aquellos con un buen plan de seguro.

Los costos de los agentes de quimioterapia son exorbitantes. Un tratamiento puede llegar hasta 50,000 a 75,000 dólares.

Los procedimientos quirúrgicos pueden ser devastadores si el paciente no tiene seguro.

Una estadía en el hospital para un paciente quirúrgico puede ser de 20 a 30 mil dólares, dependiendo del procedimiento.

Los medicamentos para combatir los efectos secundarios de la quimioterapia y la radiación también son muy caros. Una píldora de Zofran cuesta 32 dólares, por lo que, aunque Zofran es el antiemético más efectivo para la quimioterapia, es menos probable que se le recete a alguien sin un seguro médico adecuado.

Incluso cuando un paciente puede pagar el tratamiento, el examen de detección y las pruebas pueden ser muy costosos. Una tomografía computarizada cuesta miles de dólares, los pacientes de oncología deben someterse a estas pruebas regularmente para controlar los efectos del tratamiento. Se desconoce el progreso si las tomografías computarizadas, las resonancias magnéticas y las pruebas de laboratorio no se pueden realizar.

Aunque vivimos en los Estados Unidos, se estima que 47 millones de personas no tienen seguro. Esto significa que 1 de cada 10 personas no tiene ningún tipo de seguro de salud. Esto es en un país donde los gastos de atención médica son el doble de lo que son en otros países y los mejores sistemas de atención médica están disponibles.

Los estadounidenses deberían tener la mejor cobertura que cualquier otro país del mundo. Pero aún así se estima que 20,000 de las 560,000 personas diagnosticadas con cáncer anualmente, tienen poco o ningún seguro de salud.

La mayoría de los pacientes con cáncer se sienten abrumados por la depresión y el estrés. Muchas veces los pacientes con cáncer tienen cambios en la imagen corporal asociados con la enfermedad. El estrés es la respuesta física y emocional que no es infrecuente para el paciente oncológico.

Muchos pacientes experimentan sentimientos de culpa por la enfermedad, posibles medidas preventivas y posibles resultados. Esto puede ser exacerbado por la falta de seguro de salud. Los pacientes no quieren cargar financieramente a sus familias y pueden optar por no recibir el tratamiento adecuado.

Una enfermera de oncología, será testigo de un paciente que decide no aceptar el tratamiento debido a la devastación financiera que causará a su familia. La enfermera tiene la responsabilidad de respetar la decisión del paciente, pero también educar al paciente sobre las opciones disponibles.

La culpa la llevan los sobrevivientes de quienes optaron por no recibir tratamiento. La familia debe ser tratada como un todo en esta ecuación. Todos deben ser parte de la decisión, por difícil que sea. La enfermera es responsable de facilitar el proceso.

La American Cancer Society está a la vanguardia de esta lucha. Su sitio web está lleno de información para que el público participe en la reforma de salud a nivel estatal y federal. Como ciudadano responsable, todos deben ir a la Red de Acción contra el Cáncer, //www.acscan.org/site/PageNavigator/Access_to_Care_Action_Landing para ver qué pueden hacer para marcar la diferencia.

Este es un problema de la comunidad y del país, que tiene muchas posibilidades de afectarlo a usted o a alguien que ama.

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