Crecí escuchando a mis padres y abuelos decirme que iría al cielo cuando muriera. Por el contexto, supuse que era un buen lugar para ir. Pero nadie me dio una idea clara de qué esperar. La gente sentada en las nubes, tocando el arpa, como se ve en la televisión, no me atrajo. Quizás esté de acuerdo, si el cielo es para la eternidad, sentarse en las nubes podría ser inestable y desconcertante.

    Echemos un vistazo rápido y bíblico al cielo.

  • Su hogar:

    • Hay una casa especialmente preparada para mí. Jesús dijo que la casa de su Padre tiene muchas habitaciones. Fue a prepararme un lugar y volverá para llevarme allí. (Juan 14.2-4)
    • Esta casa es mía. Es mi herencia permanente. (1 Pedro 1: 4)
    • No se deteriorará. Las cosas no se oxidan ni se descomponen en el cielo. (Mateo 6:20)


  • El paisaje:

    • Dios ha preparado una ciudad. (Hebreos 11:16)
    • En el centro de la ciudad estará el trono de Dios y del Cordero. Del trono fluye el río cristalino del agua de la vida. (Apocalipsis 22: 1)
    • A cada lado del río se encuentra el árbol de la vida. Cada mes se produce una nueva cosecha de fruta, y las hojas son para la curación de las naciones. (Apocalipsis 22: 2)
    • Nunca habrá noche. El Señor Dios será nuestra luz y el Cordero nuestra lámpara. (Apocalipsis 21:23)
    • Hay doce puertas a la ciudad. Cada puerta está construida de una sola perla. ¡Una perla realmente grande! Las puertas nunca se cerrarán, ya que no hay noche. Nada malo podrá entrar en la ciudad.
    • Las calles son de oro puro, transparentes como el vidrio. (Apocalipsis 21:21)
    • El muro está construido con todo tipo de joyas. (Apocalipsis 21: 19-21)


  • El vecindario:

    • Veremos la cara del Señor. Su nombre estará en nuestras frentes. (Apocalipsis 22: 4)
    • Cristo está sentado a la diestra de Dios. Apareceremos con él en gloria. (Colosenses 3: 1-7)
    • No hay templo El Señor Dios y el Cordero son el templo. (Apocalipsis 21:22)
    • No tendré que preocuparme por quiénes son mis vecinos: serán amables (Ezequiel 28.24-26) y el mal no está permitido allí. (véase más arriba)
    • No habrá lágrimas ni muerte. (Isaías 25: 8-12)

  • Es una fiesta:

    • Lucas 13.29-33 habla de una fiesta en el reino de Dios.
    • Los ángeles y los ciudadanos del cielo estarán juntos en una reunión festiva. (Hebreos 12:22)


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Lo que no escuché o entendí, cuando era niño, es que hay un camino específico hacia la vida eterna y hacia mi hogar en el Cielo.

Pequeña es la puerta y estrecha el camino que conduce a la vida, y solo unos pocos la encuentran. El camino al cielo y a la vida eterna en esta hermosa ciudad de Dios, es por Su gracia a través de la fe en el Salvador, Jesucristo. (Mateo 7: 13-15)












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