Comenzando una práctica de meditación
La meditación es una práctica espiritual fundamental en casi todas las ramas del budismo, pero no es necesario ser budista para beneficiarse de ella. La meditación proporciona un tiempo protegido en el que podemos reducir la velocidad y dedicarnos por completo a nuestra respiración, indagación, canto, visualización o cualquier forma de meditación que seleccionemos. Se ha comprobado científicamente que la meditación desencadena la "respuesta de relajación" en nuestro cuerpo, lo opuesto a la "respuesta al estrés". Nuestros músculos se relajan, nuestra respiración se profundiza y nuestro cuerpo libera sustancias químicas que benefician nuestros sistemas coronarios y neurológicos.

Hay muchos tipos diferentes de meditación que se enseñan dentro de las diversas ramas del budismo. La forma más básica es la meditación de la respiración: simplemente sigue tu respiración, enfocándote en tu inhalación y exhalación, y volviendo tu mente a la respiración cada vez que vaga. La meditación de la respiración es particularmente maravillosa porque puedes hacer alguna variación en casi cualquier entorno. Incluso solo tomar 10 respiraciones profundas puede tener un profundo impacto en su mente y cuerpo.

Para hacer la meditación de la respiración, solo respira e intenta notar realmente cómo se siente. ¡Eso es! Observe cómo se siente el aire entrando y saliendo de su nariz o boca. Observe a qué huele o sabe. Observe cómo llena sus pulmones y relaja su vientre. Cuando tu mente divague, simplemente retírala suavemente, sin juzgarte ni regañarte. Cada vez que retira su mente, ha hecho una 'flexión de meditación'. El valor de la meditación está en descubrir los pequeños momentos tranquilos en tu mente que nunca antes habrás notado: no necesitas luchar con tus pensamientos o atención.

Aunque cualquiera puede beneficiarse de tomar 10 respiraciones conscientes profundas periódicamente, desarrollar una meditación de respiración diaria ha agregado beneficios para la salud, psicológicos y espirituales. Si desea desarrollar una práctica de meditación diaria, aquí hay algunos consejos para comenzar:

1. Crea un espacio dedicado a la meditación. Si esto es simplemente un rincón de su habitación, patio o incluso un armario, tener un pequeño lugar en el que medita todos los días y que no se utiliza para nada más, ayudará a condicionar su mente y cuerpo para cambiar al modo de meditación cada vez. tú, siéntate.

2. Encuentre la posición de sentado, y las almohadas requeridas, etc., que le permiten sentarse cómodamente. Aunque existen diferencias en la posición preferida para sentarse dentro de las diferentes tradiciones espirituales, para los principiantes es especialmente importante sentirse cómodos. Puede trabajar hacia una postura 'ideal' con el tiempo. En la mayoría de las tradiciones, una columna recta es la máxima prioridad, por lo tanto, busque una silla o una configuración de almohadas que le permita tener la columna más recta posible.

3. Personaliza tu espacio con artículos inspiradores. A algunas personas les gusta crear un altar de meditación completo en su espacio de meditación, con imágenes, flores, estatuas y velas que les parezcan relajantes o que representen sus ideales espirituales. Incluso si no tiene espacio para eso, intente incorporar uno o dos elementos a lo largo de estas líneas en su espacio. Incluso una pequeña imagen pegada a la pared del Buda, un yantra, o incluso una simple flor, puede ayudar a cambiar su conciencia. Sin embargo, recuerde que este espacio es un "descanso" de su vida diaria, por lo que este no es el lugar para tomar fotos de sus gatos, hijos o abuelas.

4. Trata de meditar a la misma hora todos los días. La clave para desarrollar un hábito de meditación es incorporarlo a su rutina diaria, incluso si es solo por unos minutos al día. La mañana suele ser el momento más confiable, porque otros eventos aún no han tenido la oportunidad de cambiar sus planes. Intente configurar su alarma solo 10 minutos antes al comienzo y dedique ese tiempo a su meditación matutina. Si está meditando a otra hora del día, intente configurar su teléfono o ver que se apague a esa hora todos los días, como recordatorio. Por supuesto, a veces tienes que ser más fluido y meditar siempre que la vida lo permita, pero trabajar hacia una rutina aumentará tus posibilidades de seguirlo.

5. Crear un pre ritual ritual personal. A muchas personas les gusta ducharse o al menos lavarse las manos y la cara antes de meditar, ya que el agua purifica y limpia. Sin embargo, un ritual previo podría ser tan simple como encender una vela o algún incienso, o hacer un par de estiramientos o posturas de yoga. La clave es tener una acción simple que te transforme en meditación.

Hagas lo que hagas, no te juzgues con dureza ni creas culpa por las meditaciones que faltan. Eso solo aumentará las posibilidades de que te sientas frustrado y te des por vencido. Sé amable contigo mismo pero diligente, y si recién estás comenzando, considera crear un período de "prueba" de 4 a 6 semanas para comenzar. Los estudios han demostrado que este es el tiempo que lleva desarrollar casi cualquier hábito, ya sea cepillarnos los dientes, hacer ejercicio, meditar o cualquier otra cosa.

Lo más importante, ¡sigue meditando, ya sea una vez al mes, una semana o un día! Encuentre momentos para incorporarlo a su vida diaria y comenzará a experimentar sus beneficios por sí mismo.




Instrucciones De Vídeo: Cómo Meditar (Para Principiantes) (Mayo 2024).