Yoga para la fibromialgia
En 2010, los investigadores de la Universidad de Ciencias y Salud de Oregón publicaron un estudio sobre los posibles efectos de las técnicas de yoga para pacientes con fibromialgia. Los resultados, que se han resumido en WebMD, son emocionantes; parece que asana en conjunto con pranayama y la meditación disminuye el dolor asociado con esta enfermedad. Además, se ha demostrado que la práctica del yoga da más energía y mejora los problemas de humor, ¡y funciona mejor que la medicación! Si bien este fue un estudio pequeño, y se necesita hacer más investigación, parece que la ciencia médica está de acuerdo con los antiguos en afirmar que la práctica del yoga puede ser fundamental para mejorar la salud.

Los pacientes con fibromialgia se ven atrapados en un dilema: duele moverse, pero restringir el movimiento hace que el movimiento sea aún más doloroso. Una clase de yoga suave, Yin o restaurativa puede ayudar a romper este círculo vicioso, al igual que un estilo más lento como Iyengar o Kripalu. Como siempre, es importante hacerse cargo del propio cuerpo y moverse de forma inteligente, sin exagerar ni forzar posiciones extremas. La paciencia y la moderación son la clave; ir despacio, sin empujar. Aprender a relajarse en una postura particular es la primera tarea, pero esto puede ser difícil para alguien que anticipa dolor con cada movimiento. Esta puede ser la razón por la cual el estudio encontró que los ejercicios de respiración y la meditación eran tan importantes como las posturas mismas.

Si es posible, es una buena idea trabajar con una instrucción en una sesión privada o dos para recibir instrucción personalizada. Esto puede ser costoso, pero muchos maestros ofrecen tasas variables para quienes tienen dificultades financieras. Las clases más pequeñas, particularmente las ofrecidas en estudios con maestros experimentados, también pueden permitir una interacción más personalizada con el maestro. No olvide que el aislamiento social puede empeorar los problemas del estado de ánimo: ir a una clase regular ayudará a establecer una rutina que ayudará a establecer conexiones con la comunidad más grande de yoga. ¡Es importante llegar!

La respiración y la meditación son claves para modular la respuesta al dolor. El sistema nervioso parasimpático es la forma en que el cuerpo usa para relajar los músculos, y puede ser estimulado con pranayama técnicas La respiración equitativa es la primera forma de pranayama se enseña en la mayoría de las clases de yoga, y es una práctica excelente para comenzar a meditar.

La relajación progresiva es otra excelente técnica. Esto consiste en tensar y liberar sistemáticamente conjuntos de músculos, generalmente comenzando con los pies y trabajando hasta los músculos de la cabeza. Hay muchos lugares en línea donde se dan instrucciones específicas para esta técnica, y es posible encontrar transcripciones de audio que pueden usarse para guiar una sesión. Este proceso enseñará cómo se siente la relajación y mostrará cómo pasar de la tensión a la facilidad, algo que el dolor crónico dificulta recordar.

La fibromialgia es una condición difícil para vivir, pero los componentes de una práctica de yoga completa pueden ser inmensamente útiles. Sobre todo, recuerde que siempre hay esperanza y movimiento hacia adelante. Tome pequeños pasos según sea necesario y sepa que no está solo.

Descargo de responsabilidad: este artículo no pretende sustituir la atención médica adecuada. Consulte con su médico antes de comenzar cualquier régimen de ejercicio.

Instrucciones De Vídeo: Yoga restaurativa para disminuir la fibromialgia | Maryan Rojas (Mayo 2024).