El vínculo entre el ejercicio y la imagen corporal
El ejercicio debe consistir en volverse más saludable. Sin embargo, cómo nos sentimos acerca de nuestros cuerpos puede influir en cómo y cuándo hacemos ejercicio, y cómo y cuándo hacemos ejercicio puede verse influenciado por cómo nos sentimos acerca de nuestros cuerpos. La imagen corporal y el ejercicio están inevitablemente vinculados. ¿Cómo influyen nuestros sentimientos sobre nuestros cuerpos en nuestras decisiones de ejercicio? Cuando no estamos contentos con cómo pensamos que se ve nuestro cuerpo, tomaremos una de dos decisiones.

La primera opción es que podemos decidir que necesitamos hacer más ejercicio. Podemos obsesionarnos con ir al gimnasio todos los días y esforzarnos para hacer más. Podríamos comenzar a compararnos con las otras personas en el gimnasio y reducir aún más nuestra autoestima cuando decidimos que tienen brazos, piernas o senos con mejor aspecto. Esta comparación solo sirve para estimularnos a hacer más ejercicio, a esforzarnos más para cambiar nuestro cuerpo a lo que creemos que debería ser. El ejercicio se convierte en la forma en que nos decimos que estaremos bien.

Por otro lado, podemos hacer exactamente lo contrario. Cuando no estamos contentos con el aspecto de nuestro cuerpo, podemos decidir que no pertenecemos al gimnasio. Evitamos hacer ejercicio en público donde imaginamos que la gente nos juzgará. No tomamos una nueva clase de aeróbicos, aunque estamos interesados, porque sentimos que no podríamos seguir el ritmo. Comparamos, lo que creemos son los altos niveles de condición física de otras personas, con nuestra propia falta de capacidad. Llevamos ropa holgada que hace que sea difícil hacer ejercicio para esconder nuestros cuerpos, o simplemente decidimos no hacer ejercicio.

¡El ejercicio, en sí mismo, es genial! Todos debemos esforzarnos por hacer algún tipo de actividad al menos 30 minutos cada día. Esto se puede dividir en tres, sesiones de diez minutos o hacer todo a la vez. La idea es simplemente moverse. Se ha demostrado que ese simple acto no solo mejora nuestra salud, sino que también nos hace sentir mejor con nuestros cuerpos. Comenzamos a apreciar lo que nuestro cuerpo puede hacer y a pensar menos en lo que no puede hacer o en cómo se ve.

Hacer ejercicio con un grupo puede ayudarnos a mantenernos motivados y alentados. Podemos estar dispuestos a decepcionarnos y no mantener el compromiso de caminar, pero la mayoría de nosotros no queremos decepcionar a nuestros amigos. Tener el apoyo de otros también nos ayuda a mantener una imagen realista de nuestros cuerpos. Es posible que no veamos cambios en cómo nos vemos, pero otros sí. Si bien los beneficios de tener un compañero de entrenamiento son muchos, no dejes que la falta de uno te impida hacer ejercicio. Hacer ejercicio solo es un buen momento para resolver problemas, practicar la meditación en movimiento o desarrollar la confianza en uno mismo.

Independientemente de cómo se sienta acerca de su cuerpo, primero haga ejercicio para su salud. Haga que convertirse en una persona más saludable, independientemente de su apariencia, sea una prioridad y su imagen corporal mejorará automáticamente.

Instrucciones De Vídeo: Osteoporosis y osteopenia - Qué es, causas, síntomas y tratamiento (Abril 2024).