Pérdida auditiva en adultos mayores
La mayoría de los jóvenes dan por sentado la audiencia. Gritan y se ríen, escuchan su música demasiado fuerte (y escuchan sobre eso también) y piensan que continuará para siempre. Pero a medida que las personas envejecen, se dan cuenta de la verdad: nada dura para siempre. Ni siquiera oyendo.

La pérdida de audición puede ser, como se mencionó anteriormente, causada por ruidos fuertes. Los trabajadores de la construcción, miembros de las fuerzas armadas, músicos, trabajadores del aeropuerto y otros cuyos trabajos o estilos de vida requieren que estén cerca de ruidos fuertes durante períodos prolongados de tiempo están en riesgo. El ruido fuerte también puede causar tinnitus, un zumbido constante e irritante en los oídos. Otras causas de pérdida de audición pueden ser virales o bacterianas, causadas por un derrame cerebral o afección cardíaca, lesión en la cabeza o tumor. Otras condiciones pueden, en ocasiones, causar pérdida auditiva o sordera.

La pérdida de audición puede sucederle a cualquiera, pero parece considerarse una parte normal del envejecimiento. La presbiacusia (prez-buh-KYOO-sis) parece darse en familias. Si todos sus abuelos perdieron la audición temprano, es probable que tenga el mismo problema. Si bien eso no es una buena noticia para algunos, puede actuar como un sistema de alerta temprana. Buscar síntomas y actuar temprano puede salvar la frustración y el tiempo de las personas mayores y sus familias, eliminando lo que podría recordarse como los años "Qué" de la abuela.

Las siguientes preguntas, que se encuentran en el Instituto Nacional de Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación, pueden ayudarlo a determinar si tiene o no un trastorno auditivo. Si responde "sí" a tres o más de ellas, es hora de buscar ayuda profesional.

¿Tengo problemas para escuchar por teléfono?
¿Tengo problemas para escuchar cuando hay ruido de fondo?
¿Me resulta difícil seguir una conversación cuando dos o más personas hablan a la vez?
¿Tengo que esforzarme para entender una conversación?
¿Muchas personas con las que hablo parecen murmurar (o no hablar con claridad)?
¿Entiendo mal lo que otros dicen y respondo de manera inapropiada?
¿A menudo le pido a la gente que se repita?
¿Tengo problemas para entender el habla de mujeres y niños?
¿La gente se queja de que subo el volumen del televisor demasiado alto?
¿Escucho mucho el sonido de un zumbido, un rugido o un silbido?

Estas preguntas ciertamente no son la prueba definitiva para la pérdida auditiva, es un buen comienzo. Si, después de responder estas preguntas, cree que una visita al médico puede estar en orden, vaya armado con información. Tome quejas específicas y explíquelas a su médico. Si lo desea, tome esta lista de preguntas, señalando cuáles respondió "sí". Cuanta más información tenga su médico, mejor podrá ayudarle.

La mayoría de los médicos de familia lo derivarán a un audiólogo (aw-dee-ah-low-gist). ¿Quién puede decirle su rango de audición exacto, áreas de pérdida y adaptarlo para audífonos? También puede optar por ir a un médico de "oídos, nariz y garganta" (ENT) para averiguar exactamente por qué ha comenzado a perder la audición. Es importante no solo tratar el síntoma, ya que esta pérdida puede estar asociada con otras enfermedades o afecciones. De hecho, si elige omitir el aspecto "médico" de la pérdida auditiva, su audiólogo le pedirá que firme una exención médica antes de darle audífonos.

Si siente que tiene pérdida auditiva, no se sienta solo. Aproximadamente el 17% de los adultos mayores estadounidenses tienen algún nivel de pérdida de audición. Eso significa que una de cada cinco personas con las que asistió a la escuela, jugó cartas o dominó con o crió a sus hijos ahora tiene problemas de audición. Muchos de tus amigos lo experimentarán. Háblales. Descubra qué médicos los han tratado con compasión y han tenido éxito. Apoyarse mutuamente con los aspectos emocionales de la pérdida. Forme un grupo de apoyo no oficial, no para llorar sobre los hombros del otro, sino para compartir información y aliento.

Ya sea que sufra de pérdida auditiva o no, tome algunas medidas para salvar su audición. Evite los ruidos fuertes, tome medidas para mantener al mínimo la acumulación de cera en los oídos y vacúnese contra la gripe para prevenir infecciones de las vías respiratorias superiores que pueden resultar no solo en un mes miserable, sino también en una infección del oído. Pregúntele a su farmacéutico si sus medicamentos son ototóxicos. Los medicamentos ototóxicos pueden dañar el oído. Si tiene medicamentos que causarán pérdida de audición, pregunte si se pueden usar otros medicamentos.

Escuchar es un regalo maravilloso. Nos da conversación, música y risas. Protegerlo. Si experimenta pérdida de audición, tome medidas positivas para retenerla o recuperarla. Es demasiado valioso para dejarlo ir sin pelear.

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