En la Biblia, en el libro de Mateo capítulo 4, vemos al Señor Jesús llamando a sus discípulos. Jesús caminaba por el mar de Galilea. Allí, Simon Peter y su hermano Andrew estaban arrojando su red al lago. Eran pescadores por el comercio. Jesús les dijo: "Ven y sígueme. Te haré pescador de hombres". Los dos hombres dejaron caer sus redes a la vez y lo siguieron.
¿Con qué frecuencia durante nuestro día se nos pide que hagamos esa elección? ¿Continuaremos con nuestra propia agenda o abandonaremos nuestra red y seguiremos a Jesús? La pregunta puede surgir mucho más a menudo de lo que sabemos. Si no estamos escuchando, perdemos nuestra oportunidad.
Imagínate esto:- Está conduciendo en una línea de tráfico, irritante en sí mismo, de camino al trabajo o una reunión importante. De repente, alguien lo interrumpe o un automóvil se mueve tan lento que pierden la luz, lo que hace que todos los que están detrás de ellos pasen preciosos minutos adicionales esperando.
¿Cuáles son las opciones aquí?- Podrías arder silenciosamente, cada vez más enojado con cada minuto que esperas.
- Podrías presionar con enojo el claxon para que esa persona sepa lo infeliz que estás con ellos.
- Puedes maldecir en voz alta o en voz alta en nuestro auto.
- Podrías decir una oración por la persona ofensiva que le pide al Señor que les facilite el día.
- Podrías agradecer al Señor por el tiempo extra para meditar sobre lo maravilloso que es.
- Podrías agradecerle por la razón, sea cual sea, de que Él ha establecido el momento de tu día.
Jesús dice: "Ven y sígueme".
Respondes, no, no tengo tiempo. Tengo que seguir lanzando esta red. Respuestas 1,2 y 3.
Respondes: "Sí, Señor". y deja caer tu red. Respuestas 4, 5 y 6.
- Puede estar en casa limpiando la casa. Su esposo está en el trabajo o visitando a sus amigos. Los niños están en la escuela o con amigos. Hay desorden en toda la casa, montones dejados por cada miembro de la familia ausente.
- Silenciosamente puedes arder sin que nadie los haya recogido, enojándose mientras tiramos la ropa sucia en la canasta.
- Podrías pisotear la casa cumpliendo con nuestro deber de ama de llaves, murmurando para nosotros mismos y planear el regaño que darás a todos cuando regresen.
- Podrías pisotear la casa cumpliendo con nuestro deber como ama de llaves, murmurando para nosotros mismos y decidir darles a todos un trato silencioso cuando regresen.
- Podrías orar por la dirección de Dios sobre cómo explicarle a la familia tu necesidad de su ayuda.
- Podrías orar mientras recoges la ropa o pertenencia de cada persona, pidiendo la bendición de Dios en su vida, para su aliento y protección.
- Podrías alabar a Dios por la bendición de la familia y por la buena salud para poder cuidarlos.
Jesús dice: "Ven y sígueme".
Respondes: "No, estoy demasiado ocupado ahora y es su culpa". Respuestas 1,2 y 3.
Respondes: "Sí, Señor". y deja caer tu red. Respuestas 4, 5 y 6.
Todos los días, Jesús dice: "Ven y sígueme".- Comience todos los días leyendo alguna parte de la palabra de Dios. Dígale a Jesús: "Hoy dejaré mi red (mi agenda) en casa y te seguiré.
- Ora continuamente. En cada circunstancia escuche las palabras de Jesús: "Ven y sígueme".
Antes de que te des cuenta, te unirás a Simon Peter, Andrew y los otros apóstoles para convertirte en pescadores de hombres.
(Mateo 4: 18-20, Efesios 6:18)
Instrucciones De Vídeo: Psicologia do Cotidiano com Cristiano Nabuco de Abreu - Todo Seu (23/01/17) (Mayo 2024).