Aromaterapia y el siglo XX
El término "aromaterapia" fue acuñado en 1928 por un químico francés llamado René Maurice Gattefossé que dedicó su carrera a los aceites esenciales después de un accidente fortuito, aunque grave, que centró su atención en sus beneficios terapéuticos. Se quemó el brazo severamente mientras trabajaba en su laboratorio e instintivamente lo sumergió en la fuente líquida más cercana, que resultó ser aceite esencial de lavanda. Para su sorpresa, la quemadura grave se curó muy rápidamente y no dejó cicatriz. Este incidente despertó su curiosidad y finalmente lo llevó a escribir un libro llamado Aromathérapie: Les Huiles essentielles hormones végétales, o Aromaterapia de Gattefossé, que todavía se imprime hoy y es ampliamente respetada por muchos aromaterapeutas modernos serios.

Muchos médicos, científicos y farmacéuticos en este emocionante período experimentaron con el uso de aceites esenciales en el arte de la curación y tuvieron grandes logros en el campo. Un médico francés llamado Jean Valnet usó varios aceites esenciales para tratar la gangrena y otras heridas en el campo de batalla durante la Segunda Guerra Mundial. Las exitosas experiencias de guerra del médico lo llevaron a escribir un maravilloso libro traducido al inglés como La práctica de la aromaterapia.

Una respetada bioquímica, Margaret Maury, introdujo la idea de la aromaterapia combinada con técnicas de masaje para tratar diversas afecciones estéticas, así como dolencias físicas y emocionales. Su enfoque era principalmente de naturaleza estética y solo estaba tratando de crear una experiencia de spa para sus clientes; Sin embargo, fue pionera en el proceso de personalización de mezclas de aceites esenciales específicamente para individuos.

El siglo XX, con su tecnología avanzada, en realidad dañó el impulso positivo y la creciente popularidad de los aceites esenciales que se utilizan para la curación y el efecto aromático. La capacidad de separar, estudiar y duplicar los componentes de los aceites esenciales creó una industria basada en la forma sintética en lugar del producto hermoso y natural. La medicina moderna también utilizó estas contrapartes sintéticas para fabricar productos farmacéuticos que imitan el impacto curativo de los aceites esenciales en el cuerpo y el espíritu sin curar realmente la dolencia.
La medicina está diseñada para tratar enfermedades o síntomas que ya han ocurrido y la aromaterapia intenta ser proactiva, creando un cuerpo sano que desvía y combate las enfermedades. La aromaterapia es una forma proactiva de curación, mientras que la medicina moderna tiende a esperar hasta que alguien esté realmente enfermo antes de tratar los síntomas. La disciplina de usar aceites esenciales prosperó en las culturas orientales y Occidente se vio envuelta en tratamientos químicos para la enfermedad.

Una de las razones de esta falta de entusiasmo en Occidente fue que muchos de los libros sobre aromaterapia estaban en otros idiomas además del inglés. No había textos verdaderamente informados disponibles en inglés hasta que un aromaterapeuta llamado Robert E. Tissand escribió el primer libro publicado originalmente en inglés en 1977 llamado The Art of Aromatherapy. Este trabajo detallado despertó un gran interés en el mundo occidental. Esta renovada dedicación a los productos naturales u holísticos ha seguido creciendo, creando consumidores entusiastas que utilizan aceites esenciales en todos los aspectos de sus vidas. Las personas se han dado cuenta del impacto negativo que los productos químicos, las toxinas ambientales y los productos fabricados sintéticamente tienen en sus cuerpos y espacio personal. La aromaterapia y los aceites esenciales son la respuesta natural a muchas condiciones físicas, emocionales y espirituales.


Instrucciones De Vídeo: Lo que tú no sabías de Aromaterapia (Mayo 2024).