Reflexión
Pregúntate cuando la gente te mira, ¿qué ven? ¿Ven a un individuo bien organizado o te ves en mal estado como si no te importara tu apariencia externa? Si le echamos un vistazo rápido, ¿parece que las paredes se están derrumbando? ¿Te ves como si toda la esperanza se hubiera ido? ¿O pareces el hijo de Dios una luz en un mundo oscuro?

Estoy seguro de que todos han leído el libro de Ezequiel, la historia sobre los huesos secos.

Ezequiel 37: 1-4 La mano del Señor estaba sobre mí, y él me sacó por el Espíritu del Señor y me puso en medio de un valle; Estaba lleno de huesos. Me condujo de un lado a otro entre ellos, y vi muchos huesos en el suelo del valle, huesos que estaban muy secos. Me preguntó: "Hijo de hombre, ¿pueden vivir estos huesos? Le dije: "Soberano Señor, solo tú lo sabes". Luego me dijo: "¡Profetiza a estos huesos y diles: Huesos secos, escucha la palabra del Señor"!

Pregúntate de nuevo qué ve la gente cuando te mira? ¿Pueden decir que tienes fe en Dios? ¿Pueden decir que crees que Jesús murió por tus pecados? ¿Pueden decir que crees que has sido perdonado? ¿Pueden decir que estás arraigado y cimentado en la palabra de Dios?

Si visitara su iglesia, ¿lo vería aplaudiendo, gritando Aleluya, cantando alegremente y alabando el nombre del Señor? Si te conociera en tus recados diarios o en tu trabajo, ¿notaría tu calma, tu fuerza tranquila, tu naturaleza amorosa?

¿Eres la misma persona fuera de la iglesia que el domingo por la mañana? ¿Estás atrayendo gente o estás rechazando que la gente siga las puertas de la iglesia?

Sé que son muchas preguntas, pero como cristianos tenemos que mirarnos a nosotros mismos en un espejo espiritual y ser fieles a nosotros mismos acerca de lo que vemos.
¿Eres como los huesos secos o Dios te ha dado nueva vida? Si crees con todo tu corazón, mente y alma que has nacido de nuevo, como dice la canción "debería haber algunas señales".

"No te preocupes ni tengas ansiedad por nada, pero en todo, por oración y petición con acción de gracias, continúa haciendo conocer tus deseos a Dios. Y la paz de Dios será tuya". (Filipenses 4: 6, 7)

Para hacer la voluntad de Dios y recibir su gracia, no podemos ser huesos secos. Mírate en el espejo espiritual, ¿qué ves?

¡Dios bendiga!

Instrucciones De Vídeo: Reflexión - Luis Ángel "El Flaco" (Mayo 2024).