El costo emocional de la pérdida auditiva
A medida que envejecemos, todos sentimos el proceso de envejecimiento, y nada es más temeroso que perder nuestra salud e independencia. Cuando nos volvemos dependientes, perdemos parte de nosotros mismos, entregando el control de nuestras vidas a otra persona. Entonces, ¿qué es lo que más molesta a las personas acerca de la pérdida auditiva? ¿Por qué tanta gente niega tener una pérdida y se niega a buscar soluciones?

Creo que es este miedo a perder nuestra independencia. Cuando ya no podemos participar en ocasiones sociales (y, después de todo, el imperativo humano es socializar) sin sentirnos estúpidos (porque decimos las cosas equivocadas), tememos que si reconocemos nuestra pérdida, nuestros compañeros nos juzgarán de alguna manera como deficientes. En la negación creemos que mantenemos el control.

Usamos todo tipo de mecanismos de farol: reír demasiado fuerte solo porque todos los demás lo hacen, sonreír cuando se habla también (espero que sea la sonrisa correcta), responder con la esperanza de haberlo hecho bien, pedir excusas o no participar en todos.

Incluso si reconocemos nuestra pérdida y solicitamos ayuda para participar, todavía hay una cierta independencia que se pierde. Alguien más está tomando decisiones sobre lo que deberíamos o no deberíamos saber.

En la negación, creemos que mantenemos el control, pero la negación conduce a muchos problemas emocionales. En lugar de disfrutar nuestras vidas, vivimos con el miedo constante de ser descubiertos, ser considerados estúpidos o, en el mejor de los casos, simplemente perdernos cosas. Las situaciones sociales, y de hecho la mayoría de las situaciones de la vida, nos causan estrés y, finalmente, nos retiramos, para aliviar algo de este estrés.

La depresión es una etapa final de la pérdida de audición. Nos deprimimos porque nos sentimos muy solos, muy aislados y fuera de control. Debido a que muchas personas ocultan su pérdida, muy pocas hablan sobre soluciones para la pérdida de audición y cómo pueden ayudar. El resultado es que nos sentimos solos sin salir de nuestro dilema.

La buena noticia es que una vez que una persona con pérdida auditiva lo reconoce y busca ayuda, la depresión se aliviará si no desaparece por completo. Al buscar ayuda, tomamos el control una vez más y esto mejora nuestra autoestima. Muchas personas descubren que una vez más pueden ser parte de un grupo y disfrutar de salidas sociales.

Al aceptar nuestra pérdida, podemos minimizar el costo emocional en nosotros mismos y recuperar el control recuperando parte de la independencia que sentimos que habíamos perdido.

Instrucciones De Vídeo: Video del Sistema de Implante Coclear MAESTRO para la Perdida Auditiva | MED-EL (Abril 2024).