La historia de una madre biológica
En 1975, Ave era una joven embarazada de su primer hijo. La madre de Ave había mirado a las casas para madres solteras, debido a la percepción tabú asociada con madres solteras en ese momento. Sin embargo, los encontraron muy deprimentes y decidieron que no iban por esa ruta. Llegó su tía, la recogió y la ayudó en el viaje más difícil y desgarrador: la adopción. La fuerza, la determinación y el amor de Ave por su hija resultaron en que su bebé fuera adoptado por una familia amorosa.

Como una herramienta importante para hacer frente a la adopción de su hija, Ave a menudo escribió en su diario. En diciembre de 1998, veintitrés años después de la adopción, Ave escribió una súplica en su diario para que su hija la encontrara. Esperaba que su hija quisiera acercarse y encontrarse con ella, mientras esperaba con los brazos abiertos.

Ave no tenía idea de que menos de un año después, su hija tendría el mismo deseo. Con la ayuda de un investigador privado, la hija de Ave la había encontrado. Los padres de su hija apoyaron mucho la búsqueda de Ave. De hecho, Ave los describe como dos personas llenas de amor, comprensión y calidez.

Ave describe la reunión como una experiencia increíble, poderosa y maravillosa. También reconoce que es una "curva de aprendizaje enorme" con altibajos. Ave ha confiado en grupos de apoyo, libros y familiares para hacer frente a las muchas emociones que tiene y está experimentando. Ella alienta a otras madres biológicas a hacer lo mismo. "No hay un manual para esto", dijo. Ella fue a explicar: "Cada situación será diferente, porque se trata de personalidades diferentes".

También enfatiza que es importante seguir su instinto, al tiempo que se da cuenta de que puede tomar tiempo para que las personas adopten la idea de una reunificación o incluso una búsqueda. Algunos padres adoptivos tienen miedo cuando su hijo les dice que les gustaría buscar a su madre biológica. Existe la idea errónea de que la madre biológica podría estar entrando en escena para llevarse al niño, lo que simplemente no es cierto.

Ave lo describe mejor cuando dice que una reunión puede proporcionar "la oportunidad para que un niño tenga más amor en su vida en lugar de menos". Los adoptados pueden tener sentimientos que van desde la alegría hasta el odio al reunirse con su madre biológica. Comprender y aceptar su gama de emociones es una parte importante del proceso de reunión. Ave lo describe como una montaña rusa, con altos y bajos intensos.

Una cosa es segura: a medida que los altibajos van y vienen, el amor, la felicidad y el respeto de Ave siempre estarán ahí para su hija.

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