Ambiciones y estilos de conducción
El campeón mundial defensor Kimi Raikkonen ha dicho recientemente que está disfrutando de la F1 más que nunca en este momento, pero que no pensaría dos veces antes de dejar de fumar si ya no es divertido.

Raikkonen siempre ha dado la impresión de que el deporte en sí no le importa mucho, solo quiere estar en el auto, correr y ganar. No estoy diciendo que no le importe la Fórmula 1, solo que podría estar en una vieja carrera de bangers y que aún lo atacaría con la misma ferocidad.

Ganar el campeonato el año pasado fue un golpe de suerte, si somos honestos, y aunque Raikkonen condujo una temporada brillante, fue el extraño que entró en la última carrera. Pero eso no parecía importarle. Él corrió como lo hizo en cualquier otro fin de semana. No juega el juego de los números, no quiere sacrificar una pulgada por las estrategias de campeonato.

Fernando Alonso, por otro lado, parece ser completamente diferente. Cada carrera individual es una experiencia importante para él, pero solo porque se suma al gran esquema del éxito del campeonato. Está muy contento de sentarse en el cuarto lugar, si es mejor para su título, esperar en lugar de arriesgarse a que una maniobra de adelantamiento salga mal.

Este estilo puede ser percibido como malo para las carreras: no es justo para los fanáticos si todos solo mantienen la posición y esperan que los puntos caigan en su regazo. Pero ha funcionado dos veces para él, superando el dominio de Ferrari y Schumacher cuando el deporte más lo necesitaba.

Y ahora también tenemos a Lewis Hamilton en la mezcla. Parece ser el mejor de ambos mundos. Un piloto que tiene el deseo de ganar todas y cada una de las carreras en las que se encuentra y maximizar sus posibilidades de campeonato en cada oportunidad. Su error principal (y quizás el único) el año pasado fue intentar superar a Alonso al comienzo de la última carrera. No necesitaba inventar ese lugar, y eso dificultó sus próximas vueltas, antes de que sus problemas con el equipo lo dejaran fuera de discusión. Para su campeonato, solo necesitaba colocarse cerca del podio, pero su deseo de vencer a todos, especialmente a Alonso, significaba que su carrera estaba arruinada.

Debe ser difícil lograr un equilibrio satisfecho entre estas dos ambiciones. Como fanático, quiero ver más acción en la pista, pero también entiendo la necesidad de una estrategia de campeonato. Un conductor, presumiblemente, también tiene que intentar consolidar estas dos prácticas conflictivas en su cabeza.

Instrucciones De Vídeo: Estos son los niveles de conducción autónoma para coches (Mayo 2024).