Yoga y laberintos
En la tradición yóguica clásica, asana Es solo una de las ocho extremidades del yoga. Históricamente, asana fue utilizado en conjunto con pranayama (ejercicios de respiración), y pratyahara (retirada de los sentidos) para preparar la mente para dharana (concentración) y dhyana (meditación) para lograr Samadhio felicidad yóguica. Sin embargo, los habitantes del mundo occidental están relativamente poco acostumbrados a estas prácticas y pueden encontrar difícil la meditación sentada. Una forma de superar este problema es utilizar prácticas de enfoque más en sintonía con la cultura occidental, en efecto combinando lo mejor de la filosofía oriental y occidental. Una de esas prácticas de enfoque es el uso de un laberinto.

Un laberinto puede describirse como una ruta de torsión física o virtual que se curva hacia adelante y hacia atrás sobre un espacio mientras serpentea hacia el centro de la estructura. Si bien la palabra "laberinto" proviene de diferentes estructuras que se encuentran en la antigua Grecia, la idea del laberinto es universal y no tiene una tradición específica de origen. En Europa, a veces se formaban laberintos dentro de las catedrales, y la configuración en la catedral de Chartres en Francia es uno de los ejemplos más famosos. Recientemente, la idea de usar un laberinto para calmar y enfocar la mente ha visto un resurgimiento de popularidad, y ahora se pueden encontrar versiones en muchos lugares de culto y meditación. Incluso hay laberintos en papel y virtuales para el buscador que quiere usar este tipo de práctica en casa.

En San Francisco, la Catedral Grace recientemente comenzó a ofrecer clases de yoga en el laberinto. Con una tarifa de escala móvil, estas clases son populares entre los participantes de todas las religiones, o de ninguna. Lo que todos los practicantes tienen en común es el amor al yoga y el deseo de experimentar dhyana, aunque de una manera diferente de moverse a través de una estructura serpenteante o practicar visualizaciones yóguicas tradicionales.

El uso de un laberinto para la meditación puede considerarse como una forma de trataka, o la mirada fija, como un método de meditación caminando, o como ambos. Encontrar un laberinto para caminar se ha vuelto más fácil, ya que la Sociedad de Laberintos ahora mantiene una lista de sitios de búsqueda en línea. Mientras camina por la construcción, enfoque la mente en el movimiento del cuerpo, o tal vez en una idea espiritual que desee que forme parte de su meditación. Muévete lenta y conscientemente. Cuando llegues al centro de la estructura, detente y reza, quizás tomándote el tiempo para entrar y salir de unos pocos asanas o repeticiones de Surya Namaskar. Luego gire y vuelva sobre sus pasos, nuevamente con calma y concentración. Con un laberinto de papel, usa tu dedo para trazar el camino; con una versión en línea, ya sea "caminar" con el mouse o seguir el camino con los ojos.

Siempre es importante recordar que cualquier ayuda para la meditación es, en terminología budista, un "dedo apuntando a la luna" en lugar de la luna misma; en otras palabras, no confunda la práctica con el resultado deseado. Intente trabajar con un laberinto para ver si ayuda a calmar la mente y a centrarse en los principios espirituales; tal vez le resulte útil para alcanzar un estado de calma permanente en el momento presente.

Instrucciones De Vídeo: Laberinto de Chartres (Abril 2024).