Inventarios culturales y IEP
Apenas pasa un día en que la discusión sobre la diversidad cultural no ocupa el foco de los artículos periodísticos, programas de televisión y talleres de relaciones con los empleados. El cambio drástico y rápido en la demografía de nuestra nación incluso ha resultado en la controvertida consideración de modificar el proceso por el cual se realizan las libertades civiles. La diversidad en su plena manifestación ha llegado.

La educación especial también ha sido muy influenciada por este fenómeno cultural. Tomemos, por ejemplo, educadores y proveedores de servicios en todo el país que trabajan con diversas poblaciones estudiantiles que reciben servicios de educación especial. Muchos, particularmente aquellos en entornos rurales y urbanos, han reconocido una desconexión recurrente entre los valores propuestos por el proceso de educación especial y los de estudiantes individuales seleccionados, sus familias y sus comunidades, a menudo relacionados con su identidad cultural.

Comúnmente, la desconexión proviene de diferencias en la ideología relacionadas con el concepto de individualismo versus colectivismo en términos de identificación de cultura personal. El individualismo es el conjunto predominante de valores principales en los Estados Unidos, que incluye la autodeterminación, la competencia, la individualidad y la autosuficiencia. El colectivismo, la orientación social que adoptan la mayoría de las culturas no occidentales, promueve la interdependencia entre los miembros de las familias y las comunidades y valora la contribución de cómo cada miembro beneficia física, financiera y de otro modo al grupo en su conjunto.

A la luz del claro contraste en estos distintos marcos de referencia, ¿cómo encajan las nociones de autodefensa, defensa dirigida por los padres y planificación centrada en el alumno como funciones del proceso de educación especial en estas culturas colectivistas? ¿Qué están haciendo los educadores para llegar a aquellos que tienen valores opuestos y cómo están reconociendo, validando e incorporando las tradiciones de varias culturas en la programación de educación especial que reciben estos niños?

Se ha propuesto crear nuevas herramientas para convertirse en una parte formal de diferentes procesos de educación especial como un medio para lograr este aumento de la conciencia. Por ejemplo, la creación e implementación de una herramienta de inventario individualizada CDL (aprendiz culturalmente diverso), desarrollada de manera similar a las herramientas existentes para entrevistas etnográficas, podría funcionar para facilitar la evaluación necesaria de la perspectiva cultural de cada familia. Esta información podría servir como punto de referencia o línea de base a partir de la cual construir los pasos posteriores en el IEP y el proceso de planificación de la transición. Los estudiantes y sus familias completarían el inventario ellos mismos, con la asistencia necesaria, evitando así los estereotipos inadvertidos y las suposiciones inexactas. La información cultural derivada de la herramienta de inventario CDL actuaría como otra capa para la evaluación social tradicional que los estudiantes individuales ya reciben como parte de su desarrollo de IEP.

Cambio engendra cambio. La consideración de la diversidad cultural para mejorar los resultados para estudiantes culturalmente diversos es un enfoque importante y actual en la educación. Estos ejemplos de los desafíos únicos que nuestra sociedad en constante cambio presenta a los educadores de nuestra nación muestran la necesidad de crear herramientas de evaluación cultural para ser utilizadas en el proceso de educación especial para unificar a los estudiantes, la familia, la comunidad y la escuela.

No cabe duda de que con una consideración atenta y una “tintura de tiempo”, se identificarán, compartirán e implementarán otras mejores prácticas relacionadas con temas culturales.

Instrucciones De Vídeo: El inventario general del patrimonio cultural valenciano | | UPV (Abril 2024).