Conciencia del consumidor sobre los riesgos bancarios
La avalancha de quiebras bancarias durante el año pasado y la continua volatilidad en los mercados financieros exacerbada por problemas de crédito y vivienda han hecho que muchas personas se pregunten sobre la seguridad de su dinero. Si bien es imposible predecir si un banco en particular fracasará o no, para los consumidores, la agitación dentro del sector financiero ilustra ampliamente la necesidad de ser más proactivos y estar mejor informados en materia de finanzas y administración del dinero.

Los bancos pueden estar sujetos a una amplia gama de riesgos que incluyen, entre otros:

Riesgo crediticio: En términos generales, los bancos incurren en riesgo de crédito cuando los prestatarios no pueden pagar sus préstamos. Las “cancelaciones” excesivas de préstamos pueden ejercer un grave impacto negativo en la salud financiera de un banco.

Riesgo de tipo de interés: Las fluctuaciones en las tasas de interés pueden afectar los activos y pasivos de un banco. Los bancos siguen la regla establecida de siempre: comprar barato, vender caro. Para los bancos, esto se traduce como pedir prestado barato y prestar caro. La diferencia entre la tasa de préstamo y la tasa de préstamo se llama margen. El tamaño del margen es un factor que determina la rentabilidad del banco. Cuando la tasa de interés cambia, los bancos tienen que ajustar sus políticas de préstamo y préstamo en consecuencia. El objetivo principal es garantizar que los préstamos sean una actividad rentable.

Riesgo de apalancamiento: Los bancos tienen dos fuentes principales de financiación, es decir, capital (producto de las acciones compradas por los accionistas) y deuda (fondos prestados). Estos fondos prestados constituyen el apalancamiento de la empresa. El patrimonio (acciones desembolsadas) constituye capital. La proporción del capital social dividido por el total de activos muestra el grado de riesgo que conlleva el banco. Este índice se denomina índice de apalancamiento e indica el grado en que el banco se financia con capital en comparación con la deuda. Cuanto mayor sea el uso de la deuda para financiar un banco (o cualquier negocio en general), mayor será el riesgo debido a los reclamos de los acreedores.

Riesgo comercial: El comercio, en general, implica dos actividades, compra y venta de productos. Los productos que los bancos compran y venden se denominan valores o instrumentos financieros (por ejemplo, bonos o "derivados"). Dado que los precios de estos valores fluctúan, las ganancias de los bancos están influenciadas por los cambios en los precios de compra y venta de estos valores. Estas actividades comerciales, por lo tanto, implican una especulación informada (¡o mal informada!).

En conclusión, la banca es un negocio arriesgado y la gestión de las instituciones financieras conlleva una gran responsabilidad para garantizar su rentabilidad. Claramente, las quiebras bancarias pueden tener consecuencias importantes y de gran alcance no solo para la economía y los mercados financieros, sino también para la población en general. Los mercados financieros son como la línea de vida de la economía y ejercen una profunda influencia en aspectos clave como los niveles de empleo, ingresos y consumo.


Solo con fines informativos.

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