Lidiando con la incomodidad en la mente
La mente siente dolor y reacciona a las molestias en el cuerpo. Parece que todos estamos reaccionando a cosas transitorias y causándonos mucho dolor emocional.

Cuando realmente miras la naturaleza de la vida, es evidente que es impermanente, con todo siempre cambiando. A través de mi práctica de meditación, he aprendido a desapegarme del dolor y observarlo en su lugar.

¿Con qué frecuencia te has sentado incómodo y has reaccionado? Incluso si solo tiene alfileres y agujas y mueve la pierna para detener las sensaciones. Cuando tenemos dolor, tendemos a resistirlo y a tensarnos contra él.

Cuando se resiste y está en tensión, empeora los síntomas. Todo se intensifica y comienza a sentirse insoportable. Puedes sentir que la ansiedad se acumula en tu cuerpo, puedes sentir la fuerza de la reacción que hay en ti y una sensación de estar fuera de control puede abrumarte. Por otro lado, si te relajas y permites que tu respiración se haga más larga y profunda, el dolor puede disiparse más rápido.

Dejame darte un ejemplo. Si está haciendo ejercicio y el instructor le pide que mantenga una posición, cuanto más la mantenga, más difícil se volverá. La respiración se vuelve difícil, o peor aún, aguantas la respiración. Tensas tu cuerpo y resistes relajarte en la posición, y por lo tanto aumentas el dolor que estás experimentando. ¿Puedes relacionarte con eso?

Esto también sucede cuando nos resistimos a nuestros pensamientos. El cuerpo entra en tensión y podemos sentir el estrés acumulado dentro de nosotros. Es realmente interesante observar el patrón que creamos dependiendo de cuán abiertos estamos a la experiencia que estamos teniendo.

Por otro lado, cuando respiras la experiencia y permites que suceda, estás más relajado y puedes avanzar más en ella. Ya sea dolor físico o emocional. La capacidad de relajarse crea un espacio dentro de ti que permite que el proceso se desarrolle.

La próxima vez que sientas que te resistes a algo que te está sucediendo, intenta respirar y observarlo en lugar de quedar atrapado en él, identificarte con él y tensarse contra él.

Es posible que se sorprenda de lo diferente que se siente. Aprendí esto al sentarme en el dolor y el silencio durante 10 días desde las 4 a.m.hasta las 9 p.m.todos los días. La capacitación consiste en darse cuenta de que todo cambiará eventualmente y permanecer ecuánime durante todo el proceso y no reaccionar ante él. Cuando puede sentarse con dolor y no reaccionar, es posible volverse más resistente, más capaz de hacer frente a lo que viene y más capaz de fluir con lo que la vida le brinda.

Instrucciones De Vídeo: CÓMO RELAJAR LA MENTE Y EL CUERPO (Mayo 2024).