Una palabra para los padrastros
El deseo de una familia feliz no existe únicamente en los corazones de las mujeres.

Aunque la mayoría de la cultura ha tenido una tendencia a enfatizar el papel financiero de un padre sobre el del cuidador, hace algunas décadas algunos hombres valientes comenzaron a cambiar eso. En mi propio círculo de amigos, una pareja de recién casados ​​de unos cuarenta años decidió tener un hijo. Ambos eran profesionales con carreras en el servicio civil. Era 1985 y la práctica convencional era que el padre era la principal fuente de ingresos y que la madre se quedaba en casa para cuidar a la familia o equilibraba una carrera más sus responsabilidades familiares. Carolyn volvió al trabajo cuando su hijo tenía seis semanas. Su esposo, Dale, negoció un acuerdo para compartir el trabajo con su empleador que le permitiría quedarse con el bebé la mayor parte del día. En unos pocos meses dejaría su trabajo de forma permanente para convertirse en un padre a tiempo completo. Dale no se vio afectado por los chistes y las críticas que solía recibir de sus compañeros. Cuidar de su hijo era el deseo del corazón de este padre.

Sin lugar a dudas, es más fácil y más natural criar a un hijo que ser padrastro de otra persona. El simple título de "padrastro" puede evocar todo tipo de percepciones que van desde "insignificante" hasta "cruel". El comediante Robin Williams tiene una rutina en la que Jesús, cuando era adolescente, es reprendido por Joseph por haber huido al templo sin permiso. Su respuesta "no eres mi verdadero padre" probablemente indica cuánto tiempo se ha usado esa réplica.

La posibilidad de que se recuerde a un padrastro en algún momento que se lo considera impotente y que simplemente es el "esposo de la madre" es casi seguro. Lo bueno es que cuando un evento es predecible e inevitable, tenemos la oportunidad de prepararnos para él.

Quizás una de las estrategias más desarmadoras en la resolución de conflictos es estar de acuerdo con la oposición. En este caso, un niño rebelde declara un hecho y una verdad que no discute. Su respuesta puede comenzar validando eso. Pero las palabras que elija a continuación deben usarse para transmitir otra verdad. Con suerte, ya se ha tomado el tiempo de anticipar y planificar su mensaje. Practíquelo para que la comunicación no se pierda en las circunstancias. La emoción con la que lo entregas también es importante. La siguiente es una sugerencia para ayudarlo a organizar sus propios pensamientos:

Estás en lo correcto. No soy tu verdadero padre; Pero yo soy tu verdadero padrastro. Me he comprometido a funcionar en el papel de padres varones en nuestro hogar. Entiendo que este es un ajuste difícil para usted porque estoy experimentando algunas de las mismas dificultades. Pero para crear la familia que su madre y yo hemos planeado, estamos compartiendo responsabilidad y autoridad. Siempre estoy dispuesto a escuchar sus inquietudes u objeciones. Prometo negociar donde sea apropiado y mantenerme firme cuando sea necesario.

El corazón del padre le permite admitir sus propias ansiedades y temores sin comprometer su liderazgo en la familia. Escuchar y luego verbalizar una comprensión de los sentimientos del niño es una herramienta poderosa y la empatía no requiere un acuerdo para ser eficaz.

Instrucciones De Vídeo: El propósito de los padrastros PASTOR RIOS (Abril 2024).