Por qué un niño necesita un perro
La imagen de un niño y su perro es tan cliché que es casi trivial. Sin embargo, como sucede con muchos clichés, hay algo de cierto en el dicho de que todo niño necesita un perro. De hecho, para algunas razas, se podría decir que cada perro necesita un niño. Si no sabe si comprar o no un perro para su hijo, considere estos beneficios de tener un perro.

Primero, existe la idea cada vez más popular de que tener un perro le enseña a su hijo la responsabilidad. Dependiendo de la edad de su hijo, esto ciertamente puede ser cierto. Incluso el niño más pequeño puede llenar un tazón de agua y sacar la comida en un plato de comida. A medida que su hijo crezca, puede comenzar a sacar al perro por períodos cortos de tiempo, primero solo en el patio trasero y luego a pasear con una correa. Inculcar en su hijo la idea de que la salud y la felicidad de su perro descansa sobre sus hombros puede ser una excelente manera de comenzar a enseñarle hasta qué punto su comportamiento puede afectar la vida de otro.

En segundo lugar, ¡un perro puede ser un medio maravilloso para quemar el exceso de energía de un niño! Hay muchas ocasiones en que un niño necesita correr y jugar, pero no siempre hay compañeros, hermanos o amigos disponibles. Sin embargo, un perro siempre está listo para jugar. ¡Feliz es la madre que puede enviar a su hijo y a su perro afuera para entretenerse y cuidarse mutuamente para que pueda hacer algo!

Tercero, un perro puede ser un tremendo consuelo para un niño. Su perro nunca está enojado con él, nunca lo regaña, nunca está demasiado ocupado para escucharlo y siempre lo saluda con una sonrisa. Es muy difícil estar solo o permanecer triste cuando está en compañía de su perro. Para los niños que son hijos únicos o el único niño en la familia, un perro puede ser el compañero más bienvenido.

Finalmente, tener un perro puede enseñarle a su hijo lecciones de gran alcance con respecto al respeto a otras criaturas. Su hijo se dará cuenta rápidamente de que si tira de la cola de su perro, le hace daño. Si ignora el saludo de su perro, el perro puede alejarse tristemente. Si tiene el hábito de burlarse y burlarse de su perro, el perro puede volverse malo, y ciertamente dejará de confiar en él. Si bien los perros no son personas, a menudo responden a situaciones de una manera similar a la de las personas. Por lo tanto, un perro puede ser un excelente campo de entrenamiento para enseñarle a su hijo cómo tratar a los demás.

Los perros y los niños van juntos tan naturalmente como el pan y la mantequilla. Si bien traer un perro a su casa representa una decisión importante, tener en cuenta el maravilloso impacto que puede tener en su hijo puede hacer que esa decisión sea un poco más fácil.

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