Veit Stoss, talentoso artista del gótico polaco
Durante la Edad Media, los artistas no estaban tan ansiosos por firmar sus obras. Todo lo que hicieron, no lo hicieron por la fama sino por el bien de Dios. Es por eso que muchos artistas de este período siguen siendo desconocidos. Afortunadamente, se conservaron los documentos sobre Veit Stoss. Gracias a esto, ahora conocemos el nombre de Veit Stoss, autor de los monumentos medievales polacos más preciados.

Sin embargo, Veit Stoss (o Wit Stwosz, como se le llama en Polonia) no era polaco. Tomó la ciudadanía de Cracovia, lo que no sorprendió a nadie, ya que la ciudad y el país en ese momento eran muy multiculturales. Llegó a fines del siglo XV desde Nurnberg en Alemania para hacer el altar de la iglesia principal de Cracovia. El altar es seguramente la obra maestra más importante de su vida y uno de los altares góticos más bellos que se hayan hecho.

El altar de Veit Stoss en Cracovia tiene muchas características que ya anuncian el nuevo estilo: Renacimiento. Las esculturas, aunque representan la vida de Santa María de 2000 años antes, están vestidas con la típica ropa medieval de Cracovia. Las características de los personajes son tan precisas que uno puede decir qué enfermedades padecían las personas en ese momento (especialmente que Stoss solía usar a los pacientes del hospital como modelos). El altar es la atracción principal de la iglesia de Santa María y sus esculturas gigantes asombran a sus visitantes. Durante la Segunda Guerra Mundial, el altar se convirtió en el símbolo de la herencia polaca. Aunque a pesar de los intentos de esconderlo de los nazis, el altar fue llevado a Alemania, fue recuperado y renovado.

Además del altar de la iglesia de Santa María y otras obras de Veit Stoss, vale la pena mencionar el sarcófago de Kazimierz Jagiellonczyk, el rey de Polonia. Esculpido en mármol rojo, muy probablemente poco después de la muerte del rey, golpea con realismo. Es el mayor monumento de la catedral de Cracovia, donde los reyes del país serían coronados.

Veits Stoss pasó en Polonia más de 20 años, dejando las mejores obras de arte góticas que aún sorprenden con la belleza y la técnica de su autor. Veit Stoss con facilidad incorporado en las historias bíblicas, los hábitos y las características de la cultura polaca. En Polonia seguramente no hubo ningún otro artista medieval que dejó tantas grandes obras de arte de este período. Aunque regresó a Nurnberg a principios del siglo XVI, nunca ganó la fama y el respeto que tenía en Polonia. Su nombre, como autor de sus obras en Cracovia, se volvió desconocido hasta el siglo XIX, cuando Ambrozy Grabowski lo investigó.

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