Verano en inglaterra
El otoño ha llegado temprano. Las hojas marrones y crujientes cubren el suelo, decoran setos, se agrupan alrededor de las islas de tráfico. La parte superior de lo común, expuesta al intenso calor y la contaminación, se ha convertido en heno. Los animales hacen agujeros en la tierra en busca de agua, cazan a través del calor del sol en busca de sombra esquiva. La única interrupción de la humedad, una espectacular tormenta de truenos y relámpagos a las tres de la mañana, hizo que las aves se agruparan y giraran, llorando de miedo. El suelo cede bajo la hierba desesperado por agua; Los pavimentos se agrietan con el calor.

Este es un verano inusual para Inglaterra: una ola de calor sostenida, de intensidad agotadora, días más allá del recuento de un sol incesante. Los fanáticos se han agotado: los fabricantes no pueden satisfacer la demanda. Los hospitales aconsejan a todos los pacientes sobre el alta la importancia de la hidratación, dando consejos sobre cómo luchar contra el sol. Mientras que los ingleses normalmente disfrutan el verano este año, las altas temperaturas han durado demasiado; incluso las nubes poco frecuentes no sofocan el calor y aún no llegan las lluvias.

Noel Coward cantó, algo en la mejilla, que Perros locos e ingleses salen al sol del mediodía. Su canción, escrita entre dos guerras mundiales, expresa lo que muchos piensan que saben sobre los ingleses: que son un poco excéntricos, que hacen cosas con las que la mayoría de la gente nunca soñaría, que culturalmente pueden ignorar las costumbres locales o creer que no aplicar a ellos. Esta es una visión nacida en parte del colonialismo, en tiempos en que viajar entre países tomaba mucho más tiempo que ahora. Ahora estamos mucho mejor informados sobre los peligros de la exposición prolongada al sol. Sin embargo, incluso en medio de una ola de calor, existe la sensación de que debemos seguir adelante. No es para los ingleses una siesta a la hora del almuerzo para conservar energía cuando el sol está a pleno rendimiento. Los trabajadores de oficina ensucian cualquier parche verde a la hora del almuerzo, exponiéndose, a menudo sin protector solar, a los rayos del mediodía.

Mientras escribo, las nubes que han estado rondando todo el día finalmente se rompen y llueve. Esta es la primera lluvia diurna que he visto en semanas. Se alimenta de tierra seca, baila con plantas sedientas, repone los suministros de agua en estanques y ríos. Las babosas y los caracoles salen de su escondite, dejando senderos plateados a su paso. Las aves levantan sus picos hacia el cielo, capturando la humedad. Los gatos, somnolientos por el calor, se escabullen adentro. La temperatura se enfría ligeramente: la lluvia se siente fría en la piel. En el interior, con las ventanas cerradas al agua, los fanáticos aún luchan contra el calor atrapado en los ladrillos y el mortero de las casas.




Instrucciones De Vídeo: Ventajas de pasar el verano en Inglaterra (Abril 2024).