Castigo por trastornos de conducta
Los niños con discapacidades de aprendizaje a menudo perciben el castigo de una manera bastante única. Aquí hay algunos consejos para ayudar a guiar al niño en el camino correcto, teniendo en cuenta sus problemas particulares. Algunos trastornos de conducta, como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y el trastorno por oposición desafiante (ODD) a menudo tienen períodos de atención cortos. Es muy importante hacer contacto visual con el niño. Evite las luchas de poder a toda costa. No vas a ganar.

Los intentos de castigar al niño con trastorno de oposición desafiante solo pueden empeorar las cosas. Si es posible, ignore el comportamiento negativo. Ignorar el comportamiento negativo puede ser difícil para usted. Si en algún momento el niño (o cualquier otra persona involucrada) está en peligro, entonces es hora de intervenir. Si cree que la situación es peligrosa, intente reducir la situación hablando al niño a través de ella. Si hay otros niños involucrados, puede ser más seguro sacar a los otros niños de la situación y pedir ayuda. Tenga mucho cuidado si decide aislar al niño. No sugiero esto porque puede ser muy peligroso para el niño. Si el niño está solo, podría lastimarse con algo tan simple como una cuerda ciega. En situaciones severamente peligrosas, se pueden usar restricciones. Nuevamente, se debe tener extrema precaución. Un movimiento en falso podría lastimar al niño. La mayoría de las escuelas ofrecen capacitación de CPI para maestros de educación especial y paraprofesionales (prevención de crisis). Este entrenamiento es una intervención no violenta.

Siempre premie el comportamiento positivo. Las cosas pequeñas, como sentarse en una silla sin arrebatos, podrían ser recompensadas. Debido a que usted es la figura de autoridad, el niño puede verlo como la "mala persona". Como padre o maestro, es aconsejable aprender a lidiar con el comportamiento en lugar de curarlo. La creatividad se volverá natural a medida que busque diferentes recompensas y opciones.
La redirección hace maravillas. Presta mucha atención a tu hijo. Aproveche cada oportunidad para redirigir al niño. Por ejemplo, Little Bobby está volando su cometa. Su cometa no se quedará en el cielo. Él comienza a frustrarse. Estás observando a Bobby y su cometa. Entras y ofreces arreglar la cometa, u ofreces otra actividad divertida.

Las elecciones pueden ser una manera fácil de mantener el control. Debido a que el niño quiere tener el control, la capacidad de tomar decisiones puede mantenerlo feliz. Por ejemplo, quieres que Little Bobby coma una verdura. Podrías decir: "¿Quieres ensalada o judías verdes con un restaurante?"

La paciencia es una necesidad. Concéntrese en las cosas que causan el mal comportamiento. Enseñe al niño a reconocer las cosas que lo frustran. Ayúdelo a separarse de la situación. Intente redirigir el comportamiento antes de que se intensifique. Es mucho más fácil calmar al niño antes de que llegue a un punto de explosión. Siempre pregúntate si vale la pena la batalla. Los niños a menudo reaccionan a lo que ven o sienten. Es posible que no vea cambios positivos de la noche a la mañana. Este proceso lleva mucho tiempo.



Artículo de Celestine A. Gatley
Blog de transformación diseñado por Celestine Gatley

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