Colmillos de hambre (dolores)
¿Recuerdas las punzadas de hambre? ¿Recuerdas sentir que podrías morir si no comieras pronto cuando eras niño? ¿Alguna vez te has preguntado por qué no experimentas eso de la forma en que solías ser adulto? Aprende qué son los dolores hungar en este artículo. El hambre es una respuesta refleja compleja a las funciones biológicas.

Los dolores de hambre son causados ​​por la contracción de los músculos estomacales e intestinales conocidos como peristalis. Estos músculos son estimulados por la falta de alimentos después de aproximadamente 12 a 24 horas para la mayoría de las personas. La hormona llamada grelina, secretada por las paredes del estómago, estimula las contracciones cuando disminuyen los niveles de leptina. La leptina promueve la reducción de la inclinación a comer al estimular los sitios receptores en el hipotálamo en el cerebro. La leptina se forma a partir de adipositos marrones y blancos, así como a partir de las células gástricas principales en el estómago. La grelina también puede ser estimulada simplemente por la vista de los alimentos, en oposición a la verdadera necesidad de alimentos.

Los dolores de hambre pueden prolongarse durante varios días si no se toman alimentos, pero disminuirán con el ayuno, generalmente después de 3 a 4 días. En los niños, los dolores de hambre pueden ser pronunciados y ocurrir diariamente y pueden ser molestos para el niño causando inquietud e irritabilidad. Una sensación de ardor también puede acompañarlos en el estómago. El aumento de la motilidad puede provocar gorgoteos o gruñidos en el estómago debido al movimiento de fluidos y gases. A veces se informa una sensación hueca en el estómago. A veces los niños se doblarán con los dolores. En general, los dolores de hambre no son tan pronunciados en los adultos porque la musculatura del estómago y los intestinos no es tan fuerte o tonificada como en los niños.

El apetito y el hambre son dos cosas diferentes. El apetito es más psicológico y puede ser estimulado por diferentes estados emocionales o disminuido por estados emocionales. Cuando alguien normalmente estaría hambriento, las emociones negativas como el miedo, la ira, los celos, el mal humor u otro estrés pueden reducir el apetito incluso cuando la bioquímica está empujando hacia el hambre. El complejo hormonal de respuestas se puede cerrar o estimular debido a las emociones.

Comprender sus estados emocionales y cómo está afectando su deseo o falta de deseo de comida lo ayudará a moderar sus hábitos y deseos alimenticios. Es más saludable comer solo cuando realmente tiene hambre y evitar la comida durante los estados emocionales negativos, ya que la bioquímica no está configurada adecuadamente para que la comida se reciba y procese correctamente.




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