Violencia doméstica en el ejército
Según la línea directa nacional de violencia doméstica, las llamadas a las líneas directas de esposas y novias militares se triplicaron entre 2006 y 2011. Las llamadas entre 2010 y 2011 aumentan en un 25%. Hay una serie de factores que apuntan a esos aumentos, incluidas las guerras en Irak y Afganistán.

Al igual que la sociedad en general, es probable que los militares minimicen la violencia doméstica o comprendan su gravedad. Otros consideran que la violencia entre parejas casadas o parejas íntimas es un asunto familiar privado y son reacios a involucrarse.

Particularmente en la última década, los militares están trabajando para lograr cambios de actitud que apoyen la violencia doméstica como una forma aceptable de comportamiento. De hecho, los militares incluso han ido tan lejos como para condenar anteriormente la violencia doméstica diciendo que no es aceptable.

El reconocimiento del problema ha sido un primer paso importante, pero el progreso en la lucha contra el problema ha sido algo lento. No hay mayores intentos de ofrecer servicios de apoyo, tales como manejo de la ira, asesoramiento de parejas y clases para padres. Los defensores de las víctimas trabajan con los sobrevivientes, los oficiales reciben capacitación y protocolos sobre violencia doméstica, y se han establecido claramente canales de denuncia. El cambio en las actitudes, que implica más que poner al personal en su lugar o hacer una nueva regla, ha sido mucho más lento. También ha habido una mayor cooperación entre militares y funcionarios civiles para mejorar la seguridad, los resultados y la rendición de cuentas para las víctimas y los perpetradores.

Los defensores de la violencia doméstica señalan una mayor presión sobre los despliegues repetidos en las familias que señalan estudios que apuntan a una correlación entre el trauma de combate y la violencia doméstica. Como era de esperar, el servicio militar de combate de los militares puede volverse insensible a la violencia y la muerte. Al mismo tiempo, el tiempo de guerra puede desviar recursos que de otro modo podrían usarse para abordar el problema de la violencia doméstica. Por ejemplo, la violencia doméstica ahora se considera un crimen en el ejército. Los miembros del servicio que han sido condenados por violencia doméstica tienen prohibido el despliegue. Aún así, a menudo se implementan a pesar de la convicción, que envía un mensaje mixto sobre prioridades y valores, y hace que el sistema de responsabilidad parezca aleatorio y caprichoso. En consecuencia, los soldados no tienen una expectativa segura de que habrá consecuencias por su comportamiento.




Instrucciones De Vídeo: Violencia Familiar (Abril 2024).