Desarrollando una rutina de calentamiento
Como en cualquier actividad física o deportiva, siempre es una buena idea comenzar su práctica con un calentamiento sólido. Un calentamiento ayuda a preparar el cuerpo y le permite recibir mejor el entrenamiento. Además, el tiempo dedicado permite a los Artistas Marciales dejar ir las tensiones del día y enfocar la mente para la tarea que se avecina.

Independientemente del estilo que realice (o incluso si no hace artes marciales pero está buscando una rutina de calentamiento), los pasos para desarrollar una rutina de calentamiento son consistentes. Siempre es mejor comenzar primero con la actividad menos extenuante y facilitar el cuerpo a un estado más activo.

La mayoría de las personas comienzan con estiramientos.
Estiramiento de la pierna: las estocadas básicas pueden lograr mucho en la preparación del cuerpo para la actividad. Debido a que gran parte de las artes marciales implica tener una base sólida, es decir, las piernas, es una buena idea asegurarse de que las piernas estén bien estiradas y calentadas antes de continuar. La estocada básicamente inicia el proceso. Con las manos en las caderas, dé un paso adelante e inclínese hacia abajo hasta que la parte superior de la pierna delantera esté paralela al suelo. Mantenga esta posición durante unos segundos y luego cambie.

Hombros: comience girando los hombros en círculos. Mantenga un ritmo constante y concéntrese en el movimiento no solo de los hombros sino también de los músculos de la parte superior de la espalda. Repita esto al menos diez veces y luego invierta la dirección. Asegúrese de equilibrar la actividad haciendo el mismo número hacia adelante y hacia atrás. Para variar, también puede proceder a lados alternos, girando un hombro y luego el otro. Para las artes internas, también puede intentar cronometrar su respiración con sus rotaciones para que una respiración tome una rotación completa. Disminuya la velocidad de las rotaciones para aumentar la energía.

Cuello: Existe una gran controversia sobre el estiramiento del cuello. En particular, algunos creen que girar el cuello puede causar problemas en la columna vertebral. Al no ser yo mismo de entrenamiento médico, les aconsejo a los que entreno que tomen cualquier acción lenta y que se sientan cómodos en este nivel. Una rotación hace que la barbilla se adelante, luego gírela lentamente hacia un hombro, extendiéndose hacia la espalda, luego hacia el otro hombro y finalmente hacia el pecho. Otra variación para aquellos que tienen problemas en el cuello sería simplemente girar y mirar por encima de un hombro y luego el otro con movimientos fáciles.

Baja de la espalda: desde una posición de pie, inclínese hacia adelante por la cintura y alcance para tocar los dedos de los pies. No rebotes en este movimiento, simplemente deja que el cuerpo caiga naturalmente. Permanezca en la posición hacia abajo durante al menos 3-4 respiraciones. Con cada exhalación, intente extender el cuerpo un poco más hacia los pies y un poco más cerca de las rodillas. A medida que te levantas, levanta la parte superior de tu cuerpo lentamente para evitar mareos. Repita esta acción varias veces para permitir que la espalda se caliente adecuadamente. Para un calentamiento adicional, cruce una pierna frente a la otra y repita este ejercicio. Similar a los hombros, recuerde equilibrar el ejercicio realizando la misma cantidad de repeticiones con la otra pierna al frente. Esto estirará no solo la parte baja de la espalda, sino también las piernas.

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