Maltrato Animal y Violencia Familiar
No hay nada tan desgarrador como para temer el regreso inminente de un cónyuge o padre en casa. Muchas víctimas intentan hacer que la casa sea lo más limpia, acogedora y libre de estrés posible, con la esperanza de que nada desencadene un ataque abusivo por parte del agresor. Muchos más intentan encontrar formas de hacerse invisibles. El hilo más común entre las víctimas es el intento de crear una atmósfera que tenga un aire de silencio.

Décadas de investigación muestran que los animales juegan un papel fundamental en ayudar a las víctimas a mantener el sentido de equilibrio. Sin embargo, la investigación también encontró que tener animales en un hogar abusivo es un arma de doble filo. Muchas víctimas de asalto doméstico ven la aceptación de un animal en el hogar por parte del agresor como una indicación de gentileza dentro del abusador, un resquicio de esperanza alrededor de esa nube oscura y profunda. La mayoría de las víctimas no pueden comprender que el animal pueda ser usado como palanca contra ellas. El vínculo humano-animal ha demostrado ser fundamental para la estabilidad emocional de las víctimas. Los estudios indican que más del 70 por ciento de los casos de abuso denunciados dependían en gran medida de un animal de compañía como fuente de consuelo y afecto. Desafortunadamente, el 75 por ciento de todos los casos investigados de violencia doméstica indicaron que el abuso de animales estaba presente en el hogar.

Los agresores generalmente permiten que una mascota entre en un hogar como un factor manipulador para aumentar el nivel de sufrimiento humano. Los actos de maltrato animal están destinados a demostrar el tormento que los miembros de la familia podrían enfrentar, o como un medio para controlar la situación, ya que la mayoría de las víctimas ven a sus mascotas como un miembro valioso de la familia y mantendrán la boca cerrada en un esfuerzo por protegerlo. Se realizaron encuestas para explorar por qué las mujeres esperaron tanto tiempo para llevar a sus hijos y buscar la seguridad de un refugio de abuso. Más de la mitad declaró que era porque no querían tener que abandonar a su animal y temían por su seguridad. Si bien estas cifras son alarmantes y perturbadoras, proporcionaron comentarios constructivos.

Las mujeres que no podían traer a su mascota familiar se enfrentaron a abandonar al animal, llevarlo a la perrera o quedarse en el hogar. La implicación de este descubrimiento fue que muchas mujeres no abandonarían al animal hasta que se enfrentaran a circunstancias que amenazan la vida. Esta información comenzó una transformación en los programas de atención de refugios maltratados en los Estados Unidos, lo que condujo a un cambio sorprendente en la percepción del abuso doméstico. Inicialmente, se abrieron cuatro centros que aceptaban mascotas familiares. Estas áreas mostraron un aumento casi inmediato en la actividad. Se descubrió que las mujeres tenían 11 veces más probabilidades de llamar a las autoridades sobre el abuso animal, infantil y doméstico para detener al agresor.

American Humane Association comenzó los refugios para mascotas y mujeres (PAWS) (800-227-4645), y la Sociedad Protectora de Animales inició el programa Safe Haven for Animals. Estas organizaciones continúan dando grandes pasos para mantener a las víctimas de abuso y sus mascotas fuera de peligro, ofreciendo alternativas productivas y seguras en caso de que los refugios locales aún no estén equipados para acoger animales. Esto se logra a través de esfuerzos exitosos de colaboración con agencias de prevención de violencia doméstica para ofrecer atención a corto y largo plazo a las mascotas sin temor a que el animal sea sacrificado o sufra más abusos. Cada año, más refugios, veterinarios, grupos de rescate y hogares de acogida se unen a este movimiento para poner fin a la violencia familiar y el maltrato animal. Estos esfuerzos también han permitido compilar una base de datos de abuso de mascotas. Este es un recurso beneficioso cuando hay sospechas de abuso doméstico, ya que la mayoría de los maltratadores de animales también lastiman a las personas. Las personas que encuentran el coraje de denunciar el abuso ayudan a completar esta lista. A su vez, esta información ayuda a apoyar acciones legales y una legislación más fuerte.

Para las personas en los Estados Unidos que tienen preguntas, inquietudes o buscan ayuda con problemas de abuso doméstico, comuníquese con la línea directa nacional de violencia doméstica 1−800−799 − SAFE (7233).

Instrucciones De Vídeo: Maltrato animal y Violencia intrafamiliar (Abril 2024).